Siempre me han dado miedo muchas cosas, pero como ejemplar mexicana, me los aguanto, muy a pesar de temblarme las rodillas.
Lo que todavía no he pudo superar, en cuanto a temor, es la muerte de un ser querido.
Es como sentir puedo ayudarle y no dejarlo solo, jamás, aunque tenga una enfermedad incurable o esté a punto de un suicidio.
Me angustia, me pone con el corazón saltando, me entristece.
E igual pasa con mis amigos. Algunos no me conocen lo suficiente para saber que soy una llorona compulsiva y tengo el complejo de "Doña Chonita" alias instinto maternal. O solidaria ante el dolor.
Así que esta vez, si llegas a leer esto Moncada, no te desalientes, no sufras en vano. El vacío es un mal terrible, pero no estás sin compañía.
Cuídate tú más y en cuanto puedas comunícate conmigo o escríbeme.
Abrazos hasta esas tierras desoladas.
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1 comentario:
Siempre había querido entrar a tu blogg, es interesante. Te conozco por los comentarios que dejas con Elia Martínez.
Yo no temo a la muerte, tengo una fe firme en que esta vida no es todo cuanto hay, no creo que un Creador (por que estoy seguro que es un creador) ponga todas las cosas hermosas que disfrutamos (a pesar de lo terrible del sistema) y desgastarse las neuronas haciéndonos a la perfección, como para ofrecernos una vida de enfermedades, de padeceres, de dolencias, que solo dura setenta u ochenta años.
CREO FIRME MENTE QUE HAY ALGO MÁS.
Buena salud a todos.
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