Cada día que manejo en la ciudad, me da por no enojarme, ser paciente, ceder el paso al transporte público y portarme lo más civilizadamente posible.
Pero ya van dos ocasiones, en que los taxis, hacen de las suyas. Además de no respetar señales, ser malos conductores aludiendo que llevan prisa, son machistas hasta más no decir.
Si eres pasajera, te medio toleran. Pero si llegases a ser conductora, te avientan el carro, te presionan con el claxón, se te ponen en frente si osas ganarles el paso, entre muchas monerías que traen estos disque homosapiens modernos. Los homotaxis son de los detalles negativos de esta ciudad del smog.
Claro, no todos son así, no hay que generalizar, aunque ash... qué dolor de panza es tener que lidiar con ellos diariamente.
Les dejo de muestra como son de respetuosos con el peatón.
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